domingo, 18 de septiembre de 2016

Artistas, "negros" y otros asuntos

La noticia: Fumiko Negishi ha denunciado a Antonio de Felipe, manifestando que las obras adjudicadas a él fueron realizadas por ella durante los 10 años que estuvo trabajando como ayudante de taller. En datos numéricos, la denuncia afecta a más de 200 pinturas realizadas hasta que fue despedida...
Al leer la "noticia" ilustrada con una fotografía del pintor en traje de macho alfa-artista, me ha venido a la cabeza el corto aquel de Martin Scorsese. Life Lesson, integrado en Historias de Nueva York (1989). En ella se nos contaba la relación entre Lionel, un artista consagrado, interpretado por N. Nolte, y Paulette (Rosanna Arquette), una joven con difusas ambiciones profesionales, que deseaba conectar con el cerrado universo de Culturburgo, cuyo ambiente social se veía supeditado al juego de roles sexuales, invariablemente sujeto al el "imperialismo machista", más o menos sutil.
Aunque carezco de datos sobre la relación entre Antonio de Felipe y Fumiko Negishi, la imagen, unida a mis recuerdos, ha forzado esa asociación con matices inconvenientes que, muy probablemente, deforma la realidad de los hechos. Y aunque ni sé ni mi importa cómo ha sido la relación personal y profesional entre ambos, me parece oportuno recordar el corto de Scorsese porque tal vez sea lo mejor que ha salido de sus habilidades como director y porque en ambiente musical y paradójico de Puccini (Turandot pudiera ser considerada obra de "empoderamiento femenino"), el corto ilustra la complejidad de las relaciones entre el pintor y una "ayudante"... Desde la convicción de que ninguna relación personal es sencilla, la de dos "artistas" siempre es enrevesada, enmarañada, extraordinariamente angulosa.

Imagen tomada de Elespañol
El debate destacado por los medios subraya la polaridad entre la "idea creadora" y la "capacidad técnica", ese problema que atormenta a quienes tienen la voluntad de "ser artistas" desde los conocimientos recibidos del entorno inmediato y de sus estudios de educación plástica; ese problema que tuvo sentido estético en el arranque de las vanguardias históricas y que hoy, en contexto especializado, sólo es una rémora forzada por las expectativas de quienes se acercan al arte con ojos del siglo XIX. Pero obviamente, esas expectativas siguen condicionando la conducta estética de la mayor parte de quienes se acercan a los museos y a las galerías de arte.
En todo caso, el problema de la "autoría", que tanto se ha dejado sentir en la catalogación de casi todos los artistas de taller potente de los siglos XVI, XVII y XVIII, sigue siendo fundamental para evaluar las obras concebidas desde los postulados estéticos anteriores a la aparición de las vanguardias estéticas. Si el espectador tiene curiosidad, puede seguir las "anécdotas" suscitadas por los talleres de Rubens, Renbrandt... El Bosco; e incluso puede adivinar "anécdotas" previsibles en un futuro más o menos inmediato cuando alguien se atreva a concretar la aportación de Juan de Pareja en el taller de Velázquez...
Desde la integración cultural de las vanguardias, el problema se complicó porque aparecieron "factores" de mayor enjundia que "la habilidad técnica". Pero el disloque alcanzó cotas estratosféricas cuando se consagraron las corrientes que apostaron por la "aportación conceptual" del creador, materializada, sobre todo, en el diseño de la obra. Y aún se daría otra vuelta de rosca con la integración de los "juegos metafóricos", que podrían integrar hasta las apropiaciones...
Puestas así las cosas, el problema generado por la denuncia derivará inevitablemente en una situación que desbordará el problema laboral entre Antonio de Felipe y Fumiko Nagishi. No quiero ni imaginar cuál será la decisión del juez que, por mucha voluntad salómónica que aporte, culminará en situación rocambolesca... Y aún cabría un argado más florido, si se le ocurriera ser extremadamente riguroso y solicitar el auxilio de los "expertos"... ¿A quién debería recurrir? ¿A los "expertos" de la Academia de San Fernando? ¿Debería dirigirse a la Facultad de Bellas Artes o a los especialistas en teoría estética contemporánea? Y dentro de cada institución académica... ¿con qué ilustres catedráticos debiera consultar?

En suma... Relaciones personales y profesionales entre artistas, circunstancias políticas en el telón de fondo, que han enfatizado los medios, y en lo concreto, el problema de la autoría en ambiente del siglo XXI. Magnífico cóctel para volver loco a cualquier juez y material de primera para escribir una novela, que podrían protagonizar los "personajes" citados o cualquier otro de la farándula valenciana.

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