sábado, 6 de octubre de 2012

ESPACIO


Podría ser una zona del Reina Sofía, pero "sólo" es un tinglado organizado por una empresa de telefonía en la esquina de la Gran Vía con Fuencarral. Ocupa cuatro plantas comunicadas mediante un ascensor generoso y una amplia escalera helicoidal con escalones de acero inoxidable y estructura de acero corten. La planta baja contiene los recursos de seguridad propias de los aeropuertos, atendidos por dos personas uniformadas. Me pregunto con qué finalidad... A lo mejor sólo es para emular a los "grandes museos".
En la primera planta, que es la segunda, hay un auditorio de magnífico aspecto, con butacas abatibles y recursos tecnológicos de última o penúltima generación (las dotaciones de este tipo envejecen demasiado deprisa). Junto al auditorio hay un amplia sala de exposiciones temporales, vacía como cerebro del "don Mariano"... por supuesto, me refiero al "don Mariano" de Forges.
La segunda planta, que es tercera, contiene una exposición de "Arte y vida artificial" con obras de interés y calidad irregulares, que no siempre se pueden contemplar en todas sus cualidades, porque las "móviles" sólo se activan a determinadas horas. Hylozoic Soil, de Philip Beesley y Rob Gorbez define un magnífico marco para las prácticas fotográficas... Es recomendable visitarla para abrir horizontes, para oxigenar las ideas de quienes disfrutan  contemplándose —o"pintándose"— el ombligo.

Ken Feingold, Head, 1999
En una de las plantas intermedias han refundido con exceso de síntesis la colección de objetos relacionados con las telecomunicación que se podía ver en el mismo edificio años atrás. Es área nostalgia, donde ver transformados en "antigüedades" objetos de nuestra cotidianeidad.
En la planta más elevada se expone la "colección cubista" de la corporación, que enfatiza el papel de Juan Gris en la corriente que, aún hoy, se considera punto de ruptura o de inflexión —según la radicalidad de quien hable de ello— en el desarrollo de las vanguardias.  Nos ha llamado la atención un comentario realizado por Juan Gris en 1925, subrayado un panel:

"Transformaciones. Hoy, evidentemente, me doy cuenta de que, en su comienzo, el cubismo no era sino un modo nuevo de representación del mundo.
Sé bien que, al principio, el cubismo era un análisis, no siendo más pintura de lo que la descripción de fenómenos físicos es física.
Pero ahora que todos los elementos de la estética llamada cubista son medidos por la técnica pictórica, ahora que el análisis de ayer se ha convertido en síntesis por la expresión de relaciones entre los propios objetos, ya no cabe hacer ese reproche. Si lo que se llamaba cubismo no es sino un aspecto, el cubismo ha desaparecido; si es una estética, se ha incorporado a la pintura.
No me es posible considerar actualmente la posibilidad de expresarse tan pronto por el procedimiento cubista como por medio de otro arte, pues, para mí, el cubismo no es un procedimiento.
No siendo el cubismo un procedimiento, sino una estética, e incluso un estado de espíritu, debe tener forzosamente una correlación con todas las manifestaciones del pensamiento contemporáneo.  Se inventa aisladamente una técnica, un procedimiento; no puede inventarse de la nada un estado de espíritu."

¡Qué manera tan enrevesada de explicar el "formalismo cubista"! ¿Estado de espíritu? Toda acción presupone un cierto "estado de espíritu". 

Lo mejorable: no han previsto lugares de descanso en las salas de exhibición; pero sorprendentemente los visitantes pueden sentarse en el auditorio. Apuesto pajaritos contra corderos a que en breve los gestores del centro impedirán el acceso del público al auditorio... 
Regalan lapiceros solidarios y ofrecen un programa de actividades "complementarias" de gran interés.

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