viernes, 1 de junio de 2012

El muy complejo problema de los "milagros" y las "falsificaciones". Las esculturas de Degas

El poder de Black and Decker


"Sono sicurissima che sono le teste di Modì, sono talmente belle... Certo gli storici, i tecnici, prendono tempo, ma io non ho peli sulla lingua". Así se expresó Vera Durbe al ver las obras supuestamente realizadas por Modigliani...

Hace casi treinta años, en el Fosso Reale de Livorno, ciudad próxima a Pisa y a Florencia, donde según las tradiciones locales Amadeo Modigliani había abandonada varias esculturas, aparecieron tres cabezas que, por sus cualidades formales, respondían a lo que se buscaba: un broche de oro para completar los eventos previstos para celebrar el centenario del nacimiento de Modigliani. Por una de esas casualidades que, de vez en cuando —y sólo de vez en cuando— suceden en el mundillo del arte, resultó que Vera Durbe, directora del Museo Villa Maria de Livorno, era hermana de Darío Durbe, especialista en el siglo XIX y superintendente de la Galleria Nazionale d'Arte Moderna de Roma...
El "descubrimiento" fue un terremoto en los ambientes más sofisticados de los historiadores del arte italiano. Rápidamente prepararon un libro de edición cuidadísima con textos de los "descubridores", las autoridades culturales y de Giulio Carlo Argan y Cesare Brandi, por entonces dos de las personalidades más prestigiosas del universo estético, no sólo italiano.
Coincidiendo con la presentación del libro, una revista de información general desencadenaba el segundo terremoto: el "descubrimiento" no era sino una "travesura" estética —como tantas otras afines— ideada por tres estudiantes de Livorno (Michele Gherarducci, Pierfrancesco Ferrucci y Luridiana Pietro) a quienes se unió el escultor Ángel Froglia, que redondearon la genialidad empleando herramientas Black and Decker y documentando el proceso de realización...
Cuando la prensa ya había hecho públicas las abrumadoras pruebas del argado —en la más fiel tradición de Miguel Ángel—, algunos de los engañados, que incluso necesitaron ayuda médica, aún insistían en que las obras "tenían que ser" de "Modi"...
Muchos se plantearon entonces qué habría pasado si no hubieran estado de por medio los intereses comerciales de la marca de herramientas...  dada la entidad y "prestigio indiscutible" de las personas ridiculizadas: Giulio Carlo Argan, además de ser uno de los historiadores del arte más importantes de su generación,  fue el primer alcalde de Roma no democristiano entre 1976 y 1979 (Argan militaba en el PCI). Yo también me lo he preguntado: en el contexto liberal, el mundo del arte engloba asuntos demasiado importantes como para anteponer a ellos la "verdad histórica".

Las escultura de la "travesura"
Fuente A
Fuente B

Las esculturas de Degas


Treinta años después, aparece un "caso" más complicado. Dicen las lenguas viperinas que desde hace pocos años se están organizando exposiciones con esculturas de Degas en museos de "segunda división", situados en Tel Aviv (Museum of Art), Sofía (Galería de Arte Nacional), Plovdiv, La Havana , Limassol y Valencia (IVAM) con el objetivo de "legalizar suavemente" un conjunto de escayolas  localizadas "milagrosamente" por Walter Maibaum y su esposa en una fundición de París y, por supuesto, los bronces derivados de ellas...

Bronce realizado "a partir" de La pequeña bailarina
Durante su vida se creyó que Edgar Degas sólo había realizado una escultura en cera, que fue exhibida en 1881 (La Petite danseuse de 14 ans) y recibió críticas negativas. Sin embargo, un año después de su muerte, los herederos y el marchante J. Durand-Ruel encontraron en su taller 150 pequeñas esculturas de cera. Un lustro después escogieron poco más de setenta (las menos deterioradas) y se las llevaron al taller de fundición de Adrien A. Hébrard para que realizara los moldes oportunos. Hébrard fundió 22 copias de cada molde, que se repartieron por la geografía planetaria hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial.
Finalizada la contienda, los herederos de la fundición de Hébrand descubrieron que las ceras de Degas habían sobrevivido milagrosamente a la creación de los moldes y las consecuencias de la guerra...
Pero lo más alucinante acaeció cuando en 2001 apareció una reproducción en escayola de La pequeña bailarina y Walter F. Maibaum  y su esposa testificaron otro milagro: en otra fundición de París y tras una puerta cerrada con llave aparecieron 74 escayolas, que habrían sido realizadas por un amigo de Degas (Paul-Albert Bartholomé), a partir de las ceras originales.
Demasiados milagros, incluso para un santo tan venerado como Degas.

Bronces expuestos en el IVAM
Como los aficionados y los eruditos estaban (y están) escaldados por tantos incidentes como el de Livorno, la reacción de los especialistas en Degas fue (y sigue siendo) muy prudente, exageradamente prudente. Y como por arte de magia, comenzaron a difundirse sombras excépticas que no sólo afectaban a los milagros recientes, sino, incluso, a las primeras series comercializadas por Durand-Ruel. Los malévolos dijerosn (y dicen) que es "sorprendente" tanto retraso en el primer hallazgo...
Para clarificar las cosas, el Hermitage había propuesto celebrar un congreso... Es la fórmula de manual para zanjar o aclarar las controversias científicas. Pero sus gestores se han encontrado con una situación insólita: los especialistas más acreditados en la obra de Degas han rehusado asistir a la cita. ¿Razones? Muchos de ellos están vinculados a entidades que no les permiten formular públicamente juicios perjudiciales para los intereses de quienes les pagan los salarios y los demás, sencillamente, están acojonados por las consecuencias económicas y judiciales que podrían asumir en el caso de formular peritaciones lesivas para los patrimonios de terceros.
¿Se podría hablar de una "burbuja Degas"? Tal y como están las cosas, ¿se acabarán gestionando los grandes museos como si fueran entidades bancarias?
¿No es para "hartarse de reír"?
Fuente

2 comentarios:

  1. ¡A ver cuándo empiezan a falsificar películas!
    Me encantaría ver falsificada, por ejemplo, la de "medianoche en Londres". Es una de las más cotizadas... Claro, lo difícil sería falsificar a Lon Chaney... Pero esa ya es otra historia...

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