martes, 20 de septiembre de 2011

El CREAA de Alcorcón


Estimulado por Vera, esta mañana nos hemos dado una vuelta por Alcorcón para fisgar en las obras del CREAA, ese centro que se está construyendo en Alcorcón con los objetivos y justificaciones habituales...  No reiteraré análisis que me conducirían a las conclusiones manidas ni enfatizaré la "situación laboral" de su directora, "blindada" por el antiguo gobierno municipal con un "salario" (130.000 € anuales; y 200.000 € en caso de despido)  vergonzante y vergonzoso, o el coste del proyecto (entre 100 y 150 millones de €, según las fuentes). Tampoco insistiré en discutir las pretensiones utópicas de que el Centro se autofinancie gracias a las aportaciones privadas formuladas por su directora cuando tomó posesión del cargo.
En esta ocasión me limitaré a un breve comentario de sesgo arquitectónico deducido de lo visto y lo leído...


La influencia del centro Niemeyer  es particularmente notoria, aunque el contexto es muy diferente al de Avilés y las propuestas formales y estructurales de Pedro Bustamante y Javier Camacho son muy distintas. Poética de superficies frente a poética de texturas.
Aunque la documentación oficial dice que el CREAA aporta a la ciudad de Alcorcón un nuevo parque de 60.000 m2, la realidad es muy distinta: el CREAA se ha dispuesto sobre el antiguo parque de los Castillos, donde está situado el Museo del Vidrio, al que me referí hace tiempo en este mismo blog
El proyecto, concebido con varias zonas enterradas o semienterradas, ha conservado casi toda la superficie del parque antiguo, transformado en uno de concepción más "moderna" que, seguramente, deberá modificarse en el futuro...
Enterrar partes considerables de un edificio "cultural" parece, en principio, buena idea. Las ventajas son obvias y no las enfatizaré. Pero también lo son los inconvenientes, en especial, si se economiza en la extracción de tierras: un jardín hipotecado a un manto vegetal de escaso espesor es difícil de mantener y, sobre todo, muy costoso. Madrid está lleno de ejemplos... Ya se advierten problemas de mantenimiento en las zonas abiertas al público, acaso con cierta precipitación. Y me temo que sucederá algo parecido con algunas de las instalaciones "ecológicas", como el depósito de aguas pluviales y la red de riego.
Las maderas exóticas (¿con certificado de explotación racional?) y los arriates geométricos proporcionan un tono japonés demasiado artificioso aunque resultón.
En el estado actual el conjunto no es excesivamente espectacular, salvo en zonas muy concretas. Seguramente, lo más destacable del complejo estará en el interior, tal y como documenta la página oficial.



No entiendo la insistencia en concebir fachadas con lamas fijas o con pantallas de oscurecimiento, como las que menudean en el PAU de Carabanchel. En este proyecto encontramos estos elementos arquitectónicos en dos variedades fundamentales: bandas verticales de aluminio seriadas de connotaciones musicales para las salas de exposiciones (fachada de la calle de la Libertad) y planchas de acero corten perforadas para el auditorio. Francamente, no entiendo la intención de enmendar la plana a los inventores de las persianas, de las contraventanas, de las ventanas fraileras, las celosías y tantos elementos consagrados en la historia de la arquitectura, que tienen una ventaja esencial sobre estas fórmulas "innovadoras". Se pueden manejar según convenga: si hace sol se cierran; si está nublado se abren.
Las lamas de las salas de exposiciones, que me hacen pensar en el Edificio Cadagua, ofrecen remates manifiestamente mejorables... Supongo que los modificarán antes de la finalización de los trabajos, aunque sólo sea para evitar el exceso de ruido los días ventosos.
Por lo poco que es posible ver desde el exterior, el circo me ha recordado la cúpula del Reichstag de Foster, pero, naturalmente, con maifiesta injusticia, si atendemos a los sistemas de sujeción, muy diferentes en el proyecto de Bustamante y Camacho. 
Ya han "·ocupado" las lunas del circo los jóvenes creativos (graffiteros) de los alrededores... y otros "artistas" más interesados por la textura del vidrio (una de las lunas ha recibido un impacto brutal).





Al marchar, nos hemos cruzado con una manifestación de profesores y estudiantes del IES Los Castillos, que protestaban por los recortes en Educación... ¡Qué prosaicos!



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