domingo, 25 de mayo de 2008

Arte científico


Por Miguel Ángel Rego Robles


En los aledaños del cuento de la humanidad, reza dicha cita:" Somos hijos de la madre naturaleza y ella clama que dejemos nuestro gen egoísta a un lado para que la gota no llegue a colmar el vaso". Inicio este escrito tras una lectura que me ha suscitado bastante interés, dispuesto a lanzarme a expresar por necesidad, a pesar de ser un novato con respecto a mis conocimientos en el tema deconstructivista y estructuralista. Acotaciones que aterran a la vez que dan demasiado que pensar en cuanto al sentido/verdad de las cosas, y es que éstas corrientes, ponen en claro manifiesto, el estado actual vigente en el ámbito artístico y sociológico.

Arte científico es el basado en descubrir en las entrañas de la mente esos mecanismos que nos generan interés hacia lo que percibimos visualmente, centrándonos en el modelo psicológico en cuestiones de conducta de la “teoría de la imagen”.
Arte científico es, según uno de los postulados de la escuela de Frankfurt, el desarrollo capitalista/artístico, que se expone al interés de la clase dominante. Nexos de unión entre poder adquisitivo intencionado mediante templos del disfrute visual (o mejor dicho del entretenimiento) como el Guggenheim. Además a medida que se hace patente su evolución, nos genera sublimaciones como la antes señalada en cuanto a consumo de entretenimiento.
Este arte científico es devaluado por la escuela de Frankfurt, defendiendo los valores individuales que se han ido desintegrando, mediante la aparición del término: valores globales, a la par que se evidencia una de las premisas del deconstructivismo.
Y es que partiendo de los planteamientos deconstructivistas, los cuales abogan que la comunicación está condicionada por quien la formula, y por tanto es la actitud de éste lo que importa (aunque bastante radicalizada este planteamiento, cierto criterio tiene, sino que se lo digan a Alan Sokal), además de la relatividad del conocimiento histórico, el cual es tergiversado de diversas formas, según el interés al cual está supeditado. El caso actual más claro: la interpretación del 2 de Mayo que se da por parte de la presidenta de la CAM (segunda premisa también radicalizada pero que a mi juicio, y a medida que vayan pasando los años, habrá más encontronazos en términos de historia; actualmente posee algunos puntos de relación el debate suscitado por la polémica Ley de Memoria Histórica). De tanto que siguiendo con el modelo capitalista actual, el conocimiento es secundario ante los intereses políticos/institucionales.

El sistema actual se ha valido del deconstructivismo para moldear la vida campantemente, mediante la imposición del interés/dinero sobre el conocimiento. Entramos a la carrera de Bellas Artes siendo idealistas y cuando llegamos al final nos damos cuenta de, hasta que punto está ligado el arte con el capital para tener que volvernos "materialistas". Sistema que se basa en el condicionamiento, no el que quiso dar a entender Huxley, o quizá si, si lo entendemos en clave de ironía.
¿Revolución? Es un término a extinguir en base a las premisas deconstructivistas, se nos moldea hacia una única manera de pensar, que simplemente difieren en pequeños matices, tal y como se hace visible en los programas políticos de los dos partidos políticos mayoritarios, que representan a casi la globalidad de los ciudadanos españoles, y en unos valores globales, ya que la intención es la de inhibir cualquier síndrome de revolución que llevó a grandes países a fatídicas revueltas.
Conocimiento y ciencia desarrollada para sustentar este invento de: rico creciendo exponencialmente y pobre decreciendo de la misma manera.
Hemos decaído de la mano de este orden en el que vivimos, solo basta echar la vista atrás y ver que no vivimos en la época de mayor auge intelectual y por tanto tampoco artístico, ya que estos términos van ligados con la situación/cultura de la época. La abstracción hizo no centrarnos en la contemplación, sino en la activación del discurso complejo, abriendo una puerta al progreso de la semiótica. A la par, escritores existencialistas mostraban al público una verdadera literatura de calidad. Fue llegar el final de la 2ª Guerra Mundial y entrar el auge de EEUU para que el arte visual notase una gran decadencia en cuanto al mensaje que nos quiere mostrar, visible también en la literatura actual ligada al sistema, como es el caso de los best-sellers o los libros que "aluden a que el amor es una fórmula matemática" y demás sandeces sensacionalistas, aparte del las proyecciones en pantalla grande cargadas de ciencia-ficción para esconder unos argumentos irrisorios y una verdadera forma de realizar cine, que no propulsan el conocimiento ni el interés por plantear nada relacionado con la vida. Y es que se impone con contundencia ese paralelismo cierto que nos da Levi-Strauss entre el arte y la lingüística.
Llegados al punto del término “simulacro” que acuñó con significación retórica Jean Baudrillard, dicta que con la expansión del capitalismo se produce una ruptura con todo valor humano, a causa de la robotización para un mayor avance en la producción. Es entonces cuando la persona contemplando y analizando lo real necesita producir signos que creen una "realidad" aparente que la justifique, llamada simulación, de aquí los términos de moda como “democracia” o “lucha por la paz”.

Un juego sucio, donde la sociedad del conocimiento (o mejor dicho, información) nos pone en la palma de la mano la oportunidad de jugar a ser cultos, de la misma forma que se aprovechan instándote a llegar al punto donde impera el habitus. Este habitus por el cual estamos condicionados por nuestra propia persona, a causa de esa integración social que tanto perseguimos y que en muchas ocasiones no está en nuestras manos (ya que como se ha explicado, tendemos a creer que vivimos en una realidad aparente, y que cuando nos llega el día en el que esa utopía se esfuma, nos damos cuenta de que la libertad la da el poder adquisitivo que no solemos tener los llamados de clase obrera). Y es que hace ya tiempo el conocimiento científico va ligado al arte haciéndonos creer que éste es subjetivo, cuando la calidad estética se debería sustentar por su propio peso.



El habitus se ha impuesto en nuestros días y sin un poco de juicio crítico nos hace merecedores del titulo de ignorantes. Esto me hace replantearme todos mis principios ya que el arte ligado a la crítica puede de nuevo estar manipulado en nuestra contra, y de ahí, que pueda partir una nueva evolución en el arte activando el proceso de capitalismo extremo que se ha instaurado. Debe ser el hecho de que el arte actual esté desvinculado de la crítica, y con arte me refiero a lo que propulsa el MOMA, no la reivindicación personal de una persona mediante la representación plástica o visual ¿Quien tiene la culpa de este engaño? ¿Hasta dónde la vida, la historia y la información son reales como afirman los deconstructivistas? ¿Hasta qué punto debemos creer la información que obtenemos? ¿Y si todo es mentira en la vida, qué mas da (estribillo de la canción El Reloj de Luis Ramiro)? Basta de buscar responsables, somos hijos de la madre naturaleza y ella clama que dejemos nuestro gen egoísta a un lado para que la gota no llegue a colmar el vaso.





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